jueves, diciembre 09, 2010

Mini-historia


Una vez mi tía Guille me contó que su mama había tenido otra hija, llamada Alejandra, y que era mas bonita que todas sus hermanas e incluso ella misma. Alejandra era muy enfermiza, en especial de sus pulmones así que mi bisabuelita Jube y su hija Ernestina decidieron llevar a la pequeña a un hospital en la Ciudad de México. En ese entonces, la única manera de trasladarse a la capital del país era por tren, así que tomaron el tren en la estación de Orizaba y se sentaron durante 10 horas hasta que llegaron a la ciudad que prometía bienestar a la hermosa bebe. Durante el trayecto, Alejandra se fue poniendo peor de lo que estaba, Jube y Ernestina no sabían que hacer.
Al llegar a la ciudad corrieron desde la estación de trenes hasta el Hospital Juarez, y después de días y días de esperar de nuevo en sus brazos a su hija, Ernestina recibió la noticia que nunca quiso escuchar: Alejandra había muerto. Sin dinero para pagar un transporte funerario o un féretro y con el miedo de que no las dejaran subir al tren con el mismo Ernestina tomó la decisión de llevarse a su hija en brazos, y siempre abogando que la niña dormía plácidamente subieron al tren. Durante las 10 horas del trayecto de regreso a Orizaba y Río Blanco Ernestina no soltó a su bebe, aunque la pequeña, al pasar del tiempo iba palideciendo mas y quedándose mas quietecita que nunca, jamas la soltó. Jube jamas dejo de llorar, ver a su hija cargando a su hija muerta como si aun viviera era una imagen demasiado fuerte. Así que, al llegar a Orizaba, tomaron el camión a Río Blanco para darle a su hija, el sepulcro que merecía la mas hermosa de sus hijas.

1 comentario:

Ub dijo...

Vez!!!??? Simlemente hermoso y lleno de una magia que no puedo explicar, yo se que es un pecado, pero para eso es la vida no??? Para pecar, y es que envidio la tuya, llena de misterio, de sorpresas, de lindura...

Se te extraña Niña Mala!!!

Atte.
El Niño Bueno