Dignos de Cinema Paradiso -Parte 3, de Besos y Sonrisas-

"Estoy enferma, no se preocupen, no es infuenza pero es una gripa perrona. Por lo que hoy no fui a la escuela, planeaba quedarme aqui en mi casa, lamentandome y viendo peliculas hasta que algo me hizo cambiar de parecer, pero, antes de contarles la historia deven saber los preambulos:"
Recuerdan eso? Bueno, resulta que durante las dos entradas anteriores les conte los preambulos y ahora mis niños queridos a llegado el momento de narrar una de las historias mas romanticas en la corta vida de la Niña Mala:

Estaba yo durmiendo en mi cama, rodeada de kleenex y remedios caseros en contra de la gripa. De pronto comenze a escuchar leves golpes, no se de donde venian ni donde golpeaban pero poco a poco me fui despertando y poco a poco empeze a poner atencion para descubrir que lo que escuchaba desde hace ya varios minutos eran piedras golpeando mi ventana en un intento incanzable de despertarme. Adormilada y con restos de lagrimas sobre la cara sali de mi cama para asomarme por la ventana. Recorri la cortina para ver, pero el vidrio estaba empañado asi que abri la ventana y cuando busque quien lanzaba cosas a mi ventanal te vi a ti, mirandome con esa sonrisa tuya que me fascina. No lo creia, me pense aun dormida, me pense soñando, pero jamas pense que fuera real. Mas ingenua de lo normal, con una enorme sonrisa y con mariposas en el estomago te pregunte -¿Que haces aqui?- y tu sin dudar ni un instante respondiste -Vine a cuidarte-. Sin saber que hacer tome unos jeans y una sudadera y me las puse para bajar corriendo a abrirte la puerta, que por alguna razon mi mama ya habia abierto y hasta te habia dejado entrar. Corri y salte en tus brazos deseando nunca soltarte. Mama nos ofrecio un desayuno el cual aceptamos gustosos, asi mientras mi mama hacia el desayuno y tu me abrazabas yo seguia comprobando que enserio estabas ahi y que enserio me tenias entre tus brazos. Desayunamos y subimos a ver una pelicula, mi favorita (que ya saben cual es). Abrazada de ti no pude pasar unas mejores 2 horas. Casi al final de la pelicula decidimos bajar por un vaso de agua el cual se acompaño de besos y abrazos. Recuerdo que cuando subimos de nuevo fuimos directo a mi cuarto y que te pedi un masaje en la espalda que aun tenia agarrotada por pasar media noche tirada en el suelo, despues me tomaste para acostarme junto a ti; (se que su imaginacion se ira a los extremos, pero esta historia de amor sigue lineal por lo que si se imaginaron algo erotico por favor descartenlo) Despues de eso, mis recuerdos se vuelven surreales, rodeados de neblina y pintados de color dorado. Nada pudo ser mas perfecto. Nada puede superarlo. Claro, que en algun momento te tuviste que ir dejando a tu Niña Mala siendo la mas feliz de todas y claro sin dolores en el corazon y mas sana que nunca.

Dignos de Cinema Paradiso -Parte 2, de Llamadas y Promesas-

Regrese a mi cuarto, cerre la puerta y me quede sentada con el libro en las manos, llorando y diciendo con voz casi inaudible "no se que hacer". Repeti la pequeña frase por tiempo indifenido y sin saber cuanto tiempo habia pasado desde que habia decidido derrumbarme en el piso. Con las piernas y brazos entumidos por el frio y la inmobilidad subi a mi cama como pude. Gracias a mi ipod me conecte buscando consuelo... Encontre a Oli y al Niño Bueno. De parte de ambos no recibi respuestas concretas y al observar que el Niño Bueno estaba un poco ocupado y que Oli no contestaba decidi usar mi otro medio de comunicacion hacia el mundo de afuera: el celular. Llame a Oli, quien me escucho llorar un poco mas leve que las dos veces anteriores, balbuceante explique lo sucedido sin darme a entender (Suena raro pero cuanto mas trataba de darme a explicar mas lloraba y balbuceaba) Poco a poco me fui calmando, pero cuando colgue prometiendo no llorar mas rompi la recien hecha promesa; me puse a llorar mas fuerte y mas deprimida y cuando me di cuenta de eso supe que solo una persona podria calmarme y rescatarme del hoyo negro en el que me encontraba.
Mi principe azul, mi protector, mi metalero. Nuevamente tome el celular, y, ahora con manos temblorosas y casi sin poder teclear busque el numero que debi de haber marcado desde el principio. Rafa cel. Me contestaste un poco adormilado pero al escuchar que lloraba sin tregua pusiste toda tu atencion en mi. Nuevamente balbucee lo que habia sucedido sin darme a entender. Tu, con esa voz que me relaja y me embelesa, poco a poco y con mucha paciencia fuiste reduciendo mi rio de lagrimas a un simple goteo entre, ahora si, uno que otro y devil "si". De pronto todo se hizo nada, solo existia tu voz, que escuchaba con los ojos cerrados tratando de evocar tu imagen; perfecta, siempre con los brazos abiertos y un lugar en tu pecho para mi. Tu ultimo y mejor consejo fue el de olvidar todo, y simplemente darme vuelta para soñar con el mundo que siempre me prometes y que cada noche llega sin falta. Fue asi, como supere de las peores noches de mi vida.

Ahora si mis queridos lectores, hasta la proxima con la historia que prometi desde el principio.

Dignos de Cinema Paradiso - Parte 1, de Lagrimas y Cielos-

Estoy enferma, no se preocupen, no es infuenza pero es una gripa perrona. Por lo que hoy no fui a la escuela, planeaba quedarme aqui en mi casa, lamentandome y viendo peliculas hasta que algo me hizo cambiar de parecer, pero, antes de contarles la historia deven saber los preambulos:

Ayer mis papas comenenzaron a hablar seriamente en la cocina, yo moqueando y pasando desapercibida me preparaba un vaso de chocolate caliente hasta que comenzaron a hablar de cosas que preferia haber no escuchado. Me sente en el suelo, a los pies de la estufa y concentrandome en el hirviente burbujeo del mengurje chocolatado. Cuando supuse lista la leche pase junto a ellos en busca de una taza, servi la leche y cuando disponia a irme me di cuenta de que la conversacion iba hacia mi. -Vete de aqui- -Apenas es lunes, no me agredan a principio de semana- musite devilmente para mis adentros. -Que te vayas!, aqui no tienes lugar ni voz- -Esta bien, me voy- No tenia ganas de discutir, no tenia ganas de ponerme triste, pero la tristeza es escurridisa y cuando menos te lo esperas la traes encima, aferrada a tu alma.

Me retire, sin himno de derrota, a sentarme a oscuras en el sillon, a sentarme a oscuras a soplarle taciturnamente a la leche chocolatada, que ahora entre pequeñas lagrimas habia perdido lo dulce y lo reconfortante. Me fui a mi cuarto para que Cortazar y Debussy me consolaran. Pero claro, antes de irme una ultima puntada: -Que bueno que andes tan calladita-. Auch. Eso dolio.
Me tire a llorar. Hasta que mi madre llego a preguntar de mis malestares emocionales -¿que te pasa? ¿por que lloras?- pregunto con un tono molesto, casi obligado. -Nada- dije evadiendo otros comentarios, aprentando los dientes y sintiendo las lagrimas en mis mejillas. -Dime que tienes- repitio casi gruñendo. Esta bien, le dije, no estaba de humor para misterios - Todo lo que digo o hago les molesta, todo lo referente a mi les molesta- Verdad pura. - No, no puede ser eso, dime que es- - Te lo digo por algo mama, es eso- Se me quedo viendo, pensando mi respuesta y su siguiente pregunta. - Tu no eres asi, esta no eres tu, tu no eres asi- dijo en tono de furia. Auch. ¿Duele mas que resultes molesta o que no te conoscan?, pense para mis adentros, no se, al parecer duele igual pero juntos es peor. Se fue, tomando de corbata y por los cabellos a Cortazar. Salte tras ella tratando de tener de regreso una de las cosas que en esos momentos me sacan sonrisas. Se volteo y me lo avento a la cara, y dandose vuelta de nuevo sigui caminando hasta apagar la luz y dejarme llorando a oscuras y aferrada a un libro.

En solitario

Hoy estoy sola, y pasare el dia volando entre mis pensamientos y entre canciones desenterradas y recien encontradas.
El azul del cielo se oculta tras una cobija de algodon y el tiempo parece congelado por el frio. Sin embargo dentro de esa casa de piedra, situada en una esquina, sale luz de aquel par de ventanas, las de la derecha. Pocos saben que la luz viene de ella. Ella no tiene nada de especial, tiene gustos raros pero nada del otro mundo. Tiene algo que resalta en los grises matices del dia. Una luz que sale de ella, que la rodea como un halo de mil colores y que ahora la acompaña junto con esa sonrisa desde hace ya dos meses.
Hoy me quedo sola por que mis padres parten a una boda. Me quedo a merodear por los rincones de la memoria y el presente. Sin embargo no me molesta, soy feliz haciendo nada, como dice Arjona "tengo ganas de no tener ganas" y asi es. Hoy tengo ganas de no tener ganas. Hoy tengo ganas de mirar al techo y buscar figuras en el, hoy tengo ganas de no moverme y volver a ordenar mentalmente los libros. A veces solo no queremos hacer nada.