sábado, abril 17, 2010

Manual de agridulces principios - Principio del viernes perfecto #1

Comencemos entonces con el primer capítulo de nuestro antes mencionado manual: Principios de viernes perfectos. Hay mil y un maneras de vivir un viernes, pero solo hay algunas que lo hagan perfecto, por ahora solo puedo pensar en uno, que nombrare entonces Principio de viernes perfecto #1: Por lo que a mí respecta los mejores viernes que eh tenido han sido los que se definen por cosas que no siempre se pueden encontrar juntas. Pasemos lista entonces a los ingredientes de un viernes perfecto (variación primera). Para comenzar necesitaremos un cielo cubierto de nubes grises de horizonte a horizonte, esta, déjenme decirles, es la clave que hace que cualquier espacio cerrado en el que se encuentren se vuela acogedor y perfecto, y estos dos adjetivos nos llevan a la facilidad de acoplamiento de ambas personas en el previamente mencionado espacio. Y así, sin quererlo, delate el siguiente ingrediente para este prefecto viernes. Necesitamos dos personas con derroche de amor. Que que de solo tomarse la mano se sientan en una epifania inexplicable que se repite cada vez. Y claro, se necesita todo lo que conlleva el amor: Ternura, cursileria, pasion, y lujuria (Si olvide alguno, por favor, no duden en mencionarlo). La ultimas dos, nos ayudan a constituir el bonus preferido de varias parejas, que conosco y que no. Las previamente mencionadas, dan lugar a que como un juego que sube de tono y a la luz de aquella extraña luz que trepa hacia las ventanas en los dias nublados te desvistan (Y desvistas) a un ritmo que poco a poco aumenta hasta dejar fuera al sentido comun y sacando a relucir los instintos que nos guardamos dia a dia hasta que no podemos mas.
Poco despues de acabar esa cancion con sabor al amado ajeno, se deja elegir a la feliz pareja (Borren eso, me suena a embarazo) - - Refraseemos - -, se deja elegir a los agotados amantes al siguiente paso de su tarde perfecta; se puede continuar con un abrazo interminable bajo las cobijas o moverse de lugar y dar rienda suelta a su cinefilia.Cuando digo esto me refiero a que entre suspiros y caricias vean una pelicula, la que se prefiera, aunque sea una que ya han visto, o nunca hayan visto. Den rienda suelta a las caricias post amor y enredense en un abrazo por espacio de dos horas. Viene una variacion personal que me parece perfecta para seguir que, como casi todas las cosas en este capitulo, tiene dos opciones:

Una de ellas es bajar juntos y de la mano la escalera y buscar la caja de galletas Oreo (A mi no me cobran por decir marcas, deal with it) No suelo ser una persona de marcas pero esque esas deliciosas galletas no tienen igual, son, simplemente perfectas. Sigamos. Tomen tambien una taza de diametro mas grande a las normales, ya saben, de esas en las que cabe como medio litro de leche, y pongale (reitero) medio litro de leche. Regresen a donde estaban o quedense en la cocina, y en la penumbra del ocaso coman esas dulzuras como mas prefieran. Eso si los dejo a su imaginacion queridos mios. La otra opcion es que cocinen juntos; algo facil nada de "nena que tal que hacemos unas costillas de cordero con pure de camote". No. Algo como, hmm, hotcakes o espagetti (Me vale como se escriba o no, asi lo escribo yo) y a la luz de una vela coman y platiquen de algun tema del que les encante hablar.

Para un adolecente la velada termina aqui, dando lugar a la suegra o suegro en cuestion a pasar por su retoño. Maldita la hora. Si son adultos, o niñotes independientes, la verdad es que los envidio y estoy segura que cualquier adolecente que lea esto e imagine el final de su viernes perfecto lo hara. Es aqui cuando se termina el primer principio del viernes perfecto.

Hasta la siguiente pagina.

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