lunes, agosto 02, 2010

En el verano no escribo.


Y la verdad devi hacerlo, tengo tanto que decir que (como todo el mundo) no se por donde empezar. Verdaderamente eh pensado mil y un veces con todo lo que implica sentarme y darle puntadas a mi querido cuadro blanco en el que me siento tan liberada. Tal vez pueda comenzar con el libro que lei y el que leo. El primero fue un pequeño diccionario de 650 paginas que te lleva a pasear a Noruega (o Finlandia, algun nordico) con un periodista recien condenado a la carcel por difamacion y contratado por un viejito obsesionado con una desaparicion; tiene pinta de detectivesco pero es todo menos eso, y de eso me convenci cuando llegan las no muy decriptibas escenas de sado-masoquismo. Habiendo acabado el libro me dieron automaticas ganas de leer la segunda entrega de la saga Millenium pero ya habia comprado otros dos tomos ajenos al autor y a Noruega. Ahora leo al japones que conquisto el viejo continente: Murakami. Es un libro que me dio ganas de leer por su contenido en tres temas de los que me agrada leer (muerte, amor y sexo) y por no haber visto el titulo en brazos una chica de la escuela a la que siempre eh creido, asi, sin escrupulos, zorra (Y que quede muy claro que no es por el hecho de dejar besos en las chamarras blancas de mi novio, si no el pasearse en diminutas camisetas de tirantes cuando el mundo lleva chamarra y embarrarle en la cara a todo ser viviente que orine parado el par de tetas que se acomoda con brasiere negro) El libro trata temas no sencillos que plantea de manera opuesta. Y es narrado con una calma que para mi es increible que no haya abandonado ya la ligeresa con la que pasan las cosas y la insignificancia de algunos parrafos. (Ya termine Tokio Blues, el resto de este post esta escrito otro dia) Me gusto. Todo menos el final, creo que el final para mi fue poco claro; la obra esta bien definida y los contrastes son claros pero conforme se acerca el final se vuelve mas confuso, es mas, pensandolo bien igual esa es la idea de Murakami.
Hoy me encuentro en la sala de mi casa pensando en el final del verano. La verdad soy una chica de invierno, no tengo nada en contra del verano pero el frio es lo mio. Lo que me gusta del verano tal vez son las vacaciones, la calma con la que pasa el mundo durante los tres meses que dura la estacion. Y ahora que ya compre todos mis utiles, y estoy ante la larga jornada de la forrada me siento lista para regresar a lo nuevo. Mi misma escuela, otra cosa completamente diferente: La preparatoria. No tengo miedo. Tengo ganas. Asi que, no escribo en el verano, escribo en el otoño, donde voy a contar mis nuevas aventuras. Misma niña mala, otro capitulo.

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