Ferran me dejo sola y se fue sin decirme cuando iba a regresar. No podia concentrarme en hacer algo. Me pasaba el tiempo escuchando haber si de casualidad lo escuchaba regresar; pero siempre siguiendo sus instrucciones de no salir de aquel sotano que se habia vuelto mi hogar durante los ultimos dos dias. Hasta que el panico me consumio ¿y si le habia pasado algo? y yo aqui encerrada siguiendo ordenes de un perro muerto. Subi la breve escalera y tome la perilla. Cerrada, y ademas, con llave. Maldeci el momento es que desconfio de mi y baje corriendo a buscar mi bolsa, mi cartera, mi credencial de la escuela. Subi de regreso e igualito que en las peliculas abri la puerta y comenze a caminar por la casa buscando a mi lobo preferido. Me meti al cuarto de Ferran como primera opcion del lugar en que lo podia encontrar y justo cuando entre vi un enorme mural de fotos. Me acerque para ver mas a detalle las fotos con las que estaba hecho. Sonrei. El mural estaba hecho con fotos mias y de el. Fotos de todos los momentos que habiamos pasado juntos. Escuche pisadas de perro detras de mi y pensando en que podia ser Ferran voltee desprecupadamente sonriendo como siempre. Voltee y vi un lobo, que no era ferran, ni Lucas. Asustada como nunca me pegue a la pared de espaldas mientras un lobo me gruñia y demandaba una mordida mia. Esperando que igualmente fuera un licantropo di unos cuantos pasos adelante. El lobo de me miro y salto contra mi clavando sus dientes en mi hombro y con la misma fuerza azotandome contra la pared llena de recuerdos.
Desperte mas adolorida que nunca. Abri los ojos y vi que aun me encontraba en el cuarto de Ferran, el unico cambio fue que me encontraba en su cama. Me movi un poco hasta voltear al suelo y vi una de las escenas mas tiernas que vi jamas: Ferran, durmiendo en el suelo temblando de frio con vendas y antisepticos a su alrededor. Despues de todo esta casa siempre fue una hielera, dije para mis adentros. Con el brazo sano tome las cobijas y las puse sobre mi pobre heroe. Me acoste en el suelo junto a el, me meti en las sabanas y lo abraze. Poco a poco senti como su cuerpo se iba calentado y la vez el mio tambien. Lo bese para volverme a quedar dormida en esos brazos en los que me sentia tan segura; buena suerte la mia que cuando iba a dejar sus labios el los regreso de nuevo mientras me enseñaba esos ojos verdes. -¿Por que saliste? te pedi que no lo hicieras- -Llevaba dos dias metida ahi adentro y el minibar se me agoto, ademas no tienes idea del miedo que tenia que eso que no me dices te hubiera matado o hecho algo- dije mientras me aferraba mas al cuerpo del que me volvia peligrosamente dependiente. -Mi niña, te deje ahi por algo- -Me conoces, no puedes esperar que me quede sola y sin hacer nada- Se rio estruendosamente al tiempo que yo me reia con el -¿que voy a hacer contigo nena?- -llevarme contigo cachorrito-.
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