martes, diciembre 02, 2008

Licantropia ante mis ojos (parte #6)

La semana a lado de mi novio el licántropo pasó increíblemente rápido, mientras empacaba sentía sus manos repasándome el cuerpo mientas susurraba a mi oído: -No te vayas, no dejes solo a este cachorrito, no dejes solo a este cachorrito que tanto te adora- -¿y por qué no le dices a mi papá eso? Estoy segura de que le va a encantar la idea- -Porque no me va a dejar verte en un mes- -mmm buen punto-. Eventualmente tuvo que dejarme ir. Pasé el día con mi familia, no es que no me divierta pero ya me había acostumbrado a estar entre los brazos de Ferrán las 24 horas del día. Regrese a mi casa para ver una de las películas que habíamos rentado: “Somenthing gotta give”, una de mis favoritas siempre me pone de buen humor. Era la 1:30 de la mañana cuando regrese a mi cuarto y mientras iba por el pasillo de la habitación fui quitándome la ropa quedando solamente en mi ropa interior, me pare a los pies de la cama para ponerme mi camisón cuando sentí saliva cayendo sobre mis pies. Sonreí. Ahora no tendría que pasar la noche sola. Y, en vez de ponerme el clásico camisón de monitos y plátanos, decidí usar uno más sexy en honor de mi invitado. Me acerque a mi closet y poniéndome de puntas para buscar la caja con franjas rosas cuando sentí su pecho en mi espalda -¿te ayudo?- -cuando quieras, lobito-. Ni siquiera se tuvo que estirar para encontrar la dichosa caja que me entregó poniéndose en una rodilla y pidiendo un beso a cambio –convenenciero- dije con tono burlón mientras me inclinaba para besarlo. Cuando termine con su recompensa corrí al baño y cerré la puerta con seguro mientras sacaba de la caja el mini-camisón negro con encajes que guardaba, precisamente, para él. Salí dispuesta a buscar a mi licántropo pero no lo encontré, comencé a caminar por la habitación cuando encontré una nota en mi almohada: “búscame”. Busque debajo de la cama, en el closet, en el baúl de pantalones, incluso voltee hacia arriba para buscarlo pero nada. Me senté en el piso derrotada cuando vi algo en el balcón, claro, nunca se me ocurrió buscar afuera. Antes de salir me quite los zapatos, no quería que toda mi familia se enterara de que andaba buscando un licántropo en mi balcón a las dos de la mañana. Comencé a caminar descalza hacia el tratando de no hacer ruido y cuando estaba a medio paso de él dijo: -Te tardaste- en ese momento volteo hacia mí y hablo de nuevo: -pero valió la pena- -¿verdad que si?- dije dando una vuelta de bailarina –Claro pero tengo una pregunta- -aha- -¿no tienes frio?- -un poco- mentí –no te creo- -no me creas-. Camino hacia mí y cuando pensé que iba a besarme me levanto en brazos y me llevo adentro me acostó en la cama, poniéndose encima de mí. No dormí en toda la noche, el licántropo me mantuvo muy ocupada, solo nos quedamos dormidos cuando toda mi familia comenzaba a despertar. De repente oí su voz en mi oído: -Amor, me tengo que ir- -me voltee entre las sabanas y le dije al oído –No dejes sola a tu niña, que ya no sabe estar si no tiene tus brazos a su alrededor y tu pecho atrás- -¿Y tu crees que este cachorito se quiere ir de tu lado?- -Entonces quedate, vamos a quedarnos aqui tu y yo viendo peliculas, como siempre- -No mi vida, no puedo hacer eso, no me quiero ir, pero tu familia no me puede encontrarme aqui, metido en tu cama y robandote la inocencia. Además mi familia de seguro se esta preguntando donde pase la noche- -No estas haciendo nada malo, eres mi novio y se vale que estes aqui conmigo- -Pero no saben que soy tu novio ni que estoy aqui- -Bueno, esta bien, te dejo ir, pero ¿vienes al rato por mi? y de paso les decimos a mis papas de esto ¿no?- -Ok, y además se me acaba de ocurrir un pretexto para venir alrato: me llevo tu chamarra negra y vengo en un rato a “regresártela” ¿ok?- -está bien- dije un poco desilusionada –Pero nada mas concédeme otra cosa ¿si?- -haber ¿Qué quiere la niña mala?- -un beso de su novio el licántropo-. Comenzó a besarme mientras se salía de mi cama para salir por la ventana.

No hay comentarios: