jueves, diciembre 25, 2008

Te escucho, aunque no quiera (2° parte)


Habia algo raro en el chico nuevo, algo diferente. No podia escuharlo. Llevaba pocas semanas con el don pero ya sabia como funcionaba en algunos de sus aspectos: Sabia que si centraba mi atencion en los pensamientos de alguien los demas pasaban a ser ruidos de segunda mano. Pero no funcionaba con el, el era diferente, no extraño como yo. Julio al igual que yo, podia escuchar y ver los pensamientos de la gente, su don era mas reducido que el mio ya que el podia escuchar los pensamientos de una persona a la vez. -puedes oir al chico nuevo- -no, ¿tu si?- suspire -tampoco puedo pero, ¿que tiene de diferente a los demas que no podemos escucharlo?- -no lo se-. Me fastidiaba no saber por que pasan las cosas, no me sentia diferente, me sentia igual que siempre, asi que asumi que no habia nada malo con julio y yo. Pero aun asi, algo me inquietaba, algo tenia ese chico nuevo que era diferente a los demas, diferente a mi, diferente a extraño, solo, diferente. Durante las clases me dedicaba a verlo y estudiarlo, a los ojos humanos parecia normal, a mis ojos habia algo diferente en el que todavia no lograba desifrar. En una de las clases nos pidieron hacer un trabajo en pares, no me moleste en buscar un compañero y continue con el proceso creativo de mi nueva pieza para piano. Al poco rato senti una mirada sobre mi. Voltee hacia mi lado y ahi estaba parado junto a mi, viendome como se ve algo que te facina -hola- salude -hola- dijo mientras su sonrisa se hacia mas grande. Su sonrisa era parecida a la de mis hermanos, lo cual era un tanto extraño, parecerse a mis hermanos era... era... raro, nunca habia visto a alguien parecido a cualquiera de mis hermanos, una sonrisa angelical y malevola al mismo tiempo, infantil y adulta, perfecta.

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