miércoles, diciembre 24, 2008

Te escucho, aunque no quiera


Llevo varias semanas con este nuevo don. Al principio era genial saber lo que los demas pensaban de las cosas comunes, en la escuela fue igualmente genial saber quien estaba enamorado de quien, pero poco a poco se fue volviendo molesto: dado que ya no dormia, me pasaba la noche viendo lo que el resto de mi familia soñaba, repito, al principio era gracioso, pero luego me empezaban a llegar unas ganas enormes de dejar de escuchar, de por si, mi oido es lo bastante agudo. Antes de tener este don me tardaba horas en dormir, escuchando a los vecinos discutir, a los policias contandose la jornada laboral o simplemente la televisión que alguien se olvido de apagar. Con todo esto alcanzaba a dormir unas 4 horas por noche, y no precisamente un sueño placentero, era un sueño inquieto y lleno de ruido. Con la llegada de este don deje de dormir, poco a poco mi organismo dejo de necesitar dormir. Era un poco extraño anque ya me acostumbre a pasar las noches enriquesiendo mi biblioteca mental. Es un don inusual. Soy un extraño entre los ya extraños. Todo mundo dice que eh cambiado, que me veo mas brillante, mas guapa, o simplemente mas. Eso de no dormir esta haciendome mas adorable, al fin, algo a favor del don. Me pasaba los descansos en la escuela sentada con el resto de mi tipo, escuchando los pensamientos de cada uno de mis hermanos. Julio dirijia sus pensamientos hacia mi: -¿alcanzas a ver el nuevo juegete de los niños bonitos?- -espera- diriji mi atencion hacia el mencionado grupo, en efecto, era un chico de ojos grandes, que ponia una distraida atencion a todo lo que sus nuevos "amigos" le mostraban -es un chico nuevo- voltee a ver a Julio, el cual al advertir mi mirada asintio sin interes. Cerre los ojos tratando de buscar el descanso que nunca encontraria. Andrea Sauri. Escuche mi nombre. Levante la cabeza y busque a aquel que me habia citado. Lo encontre. Emilio Vega, que segun vi, planeaba hacerse el mejor amigo del chico nuevo, le daba los preambulos sobre mis hermanos y yo. -la única mujer en el grupito de hermanos es Andrea. Julio, Daniel y Diego solamente estan para protegerla de nosotros, pero no nos pueden culpar es la mas guapa de todas- Esa era la clase de comentarios de los que esperaba librarme algun dia, pero nunca podria. -¿lo golpeo?- Pregunto Diego con impaciencia -te recuerdo que se supone que no los oimos, asi que no, pero gracias- Sonrei. Diego era mi hermano favorito, el mayor de nosotros cuatro y el que mas me cuidaba. Para guardar apariencias humanas saque un chicle de mi bolsillo y me lo meti en la boca. Mientras masticaba escuche los nuevos pensamientos de Vega: -Que guapa es y lo sabe, se cree tan digna que ni siquiera voltea a ver que la mitad de los hombres se mueren por ella- Voltee la cabeza para ocultar mi sonrisa. Esos comentarios eran una de las cosas por las que seguia hombro con hombro con mi familia de inmortales.


Esta es una pequeña historia que se me ocurrió, pienso intercalar algunas ideas de esta con Licantropia ante mis ojos, y tambien seguir esta historia por si sola.


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