martes, febrero 03, 2009

Ella soy yo, tu eres el

Ella comenzó a prederlo todo, empezando con paquetes de chicles y terminando con botellas de perfume. Al principio ella pensó que debia prestar mas atencion a ella misma y no a aquel, aquel que le hace caso cuando necesita ayuda y del que esta perdidamente enamorada. Llego a tal grado la cantidad de cosas perdidas que ella se aferro a las pocas cosas valiosas que aun quedaban junto a ella para que no desaparecieran. La felicidad y el olvido a las cosas perdidas empezo el dias antes del desastre con el evento mas inesperado. 10:37 am. Mensaje recibido. Remitente: aquel. La pantalla del celular tintineaba invitandola a tocar la tecla predicha para abrir el mensaje: "¿Cuando vmos a cenar?". Todo tembló, la invitacion de sus mas locos sueños se estaba haciendo realidad. Las respuestas posibles eran miles la que devia escojer era una asi que dandose un pellizco y respirando ondo escribió la respuesta que nunca espero de ella misma: "hoy, en la casa de italia, esperame a las 8". La sonrisa que se posó en su cara en el momento en que en la pantalla del celular se leia la frase "mensaje enviado" fue monumental, parecida a la del guason: malvada y feliz. Llego a su casa llena de luz, dulces y arcoiris, la luz de su felicidad se distinguia a kilometros de distancia. Subío a su cuarto y lanzó su zapato debajo de la cama -ash- refunfuño. Se tiró al suelo y se estiro abajo de la cama buscando el dichoso tenis. Nada. Solo una curiosa rafaga de aire. Se quedo con la mano sobre la rafaga sintiendo el calido aire que salia de ella hasta que llego el sentido común: ¿Por que sale aire del suelo? curiosa pregunta, la cual se contesto metiendose completamente debajo de la cama. Antes de rodar hacia la obscuridad dio un ultimo vistazo a la luz. Dando la vuelta cayó. ¿a donde? Aqui. Al hoyo negro.



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